Musa de los Portales
No se si ahora,
el humilde mirar del infinito me cobije
ni se si la vaporosa fragancia del patio
me envuelva con su frazada cálida
No se que quiero ahora
ni se por que este vacío constante
me rodea tenaz.
Estoy entre el halo lunar y la tierra
acaso sólo y sin soledad.
He vagado las criptas mortuorias de los faraones,
enclaustrado en el halo del la reina madre
vaciando las palabras emberbecidas de ecos y susurros
bebí de las fuentes de los charcos sagrados en Ergom
el reino de las plumas batientes.
Mis manos me duelen de la espera larga y torcaz
del pesado eclecticismo de los viejos obispos
mi soplo reposa en los lechos de aquellas durmientes
en que la penumbra alanza la mancha del ojo procaz
derivo en las aguas mutiladas del pozo de la crisálida
habito como el viento las grandes cumbres a las que tus ojos no llegan
las dulces fuentes de los panales de la región de los hielos
y la serenidad de las pacientes esperas de olvidadas Penélopes.
Deshilachado rayo de luz, espero los combates de los frigios.
Los sabios dicen que en estos caminos de umbrías
si paciente buscas hallarás la respuesta final.
Luego, no permanezco en soledad
en la tierra de la mañana creciente
una vaporosa musa camina comigo los portales